martes, 10 de enero de 2012

Convulsiones

Uno de cada tres enfermos de epilepsia no responde a los medicamentos. Para averiguar las causas de esta resistencia, los investigadores provocan accesos convulsivos en muestras de tejido cerebral vivo.

gehirn & geist / manfred zentsch

Mientras una mañana Peter K. ojea el periódico, varios pares de ojos observan lo que sucede en su cerebro. Los electrodos dispuestos en su cabeza, cerca de la corteza cerebral, envían sin interrupción señales a un ordenador. En la pantalla aparecen diversas líneas; cada una registra la actividad de una región cerebral de K. Sin embargo, ni el paciente ni el equipo de investigadores se interesan por cómo el encéfalo descifra las letras. En realidad, aguardan un ataque epiléptico.
Peter K. es un paciente de la Clínica de Epileptología de la Universidad de Bonn. Es resistente al tratamiento farmacológico. Ello significa que ha probado todos los medicamentos antiepilépticos habidos y por haber --incluso combinaciones de estos--, mas los ataques siguen apareciendo. Los médicos contemplan la intervención quirúrgica como última salida. Dicha medida no resulta tan sencilla: es indispensable saber de qué región del cerebro proceden los ataques. A menudo se requiere una observación durante varias semanas. Con todo, la posibilidad de que el foco epileptógeno pueda eliminarse quirúrgicamente alcanza solo entre un 10 y un 20 por ciento. En los casos restantes suele fallar la intervención, porque no se ha localizado el foco o bien porque no puede eliminarse sin ocasionar graves consecuencias para el paciente.

No hay comentarios: